Rockin Matxín Festival 2024 en Portocolom

Desde hace más de una década, podríamos decir, unos doce años atrás, es habitual que el último fin de semana de junio se celebre el ya archiconocido festival Rockin Matxín, de gentilicio, portocolomero, que, aunque suene algo chistoso, es propio de uno de los puertos más bonitos del sudeste de Mallorca.

Este año la edición prometía, y mucho. Abriendo nuevos horizontes musicales, su cartel quiso traspasar las barreras de los estilos propios del evento, como son el rockabilly y el rock, apostando por el rap y otros géneros musicales basados en una amalgama de estilos. Y funcionó, vaya si funcionó.

La tarde comenzó de la mejor manera que podía hacerlo, esto es, con el combo de s’Aula de Música de Felanitx. Intrépidos alumnos se lanzaron al escenario sin miedo consiguiendo captar la atención de los primeros asistentes. Seguidamente, el público vivió la experiencia de encararse a la muerte con la música y performance de La Fiesta Calavera. Una danza macabra que terminó con final feliz. Mojo Snake, banda capitaneada por veteranos como Tolo Vara, Pedro Riestra y Frankie, conocido como ‘El Abuelo’, mostraron maestría y calidad propias de una veteranía más que merecida.

También se esperaba un éxito garantizado con la nueva formación de Biel Ballester, The Impossible Combo, junto a Pep Amengual, Oscar Collbony y Manu Hernández, sin duda demostraron que su elegancia descarada hace posible un combo perfecto. Después les tocó el turno a los respetados Black Cats, porque… ¿existe un rockabilly más auténtico y respetado que el suyo? Evidentemente, no. En esta edición, no podían faltar.

Llegaron las 22h de la noche. Los jóvenes imparables de Mantra presentaban su nuevo trabajo Summerdream. Buenísima hora para dar a conocer algo fresco, pues el recinto estaba hasta los topes. Luego, por si fuera poco, la potencia inquebrantable de Foraster, agitó todos los sentidos y emociones demostrando que su rock inclasificable es, hasta la fecha, algo que roza lo elevado.

Y ahora sí, llegó la actuación más esperada, la mítica banda de Manacor, Tots Sants. Cabeza de cartel de esta edición, y no es para menos. Su vuelta a los escenarios se estaba esperando como agua de mayo. Con una puesta en escena espectacular y un repertorio lleno de clásicos, continuan siendo una de las bandas más grandes de la historia del rock en català. Aprovechando la ocasión, hubo sorpresa. Tema conjunto con Hijos de Matxín. Momento de hermandad donde los haya.

Se traspasaron horizontes apostando por el rap funkarra de Rap Rural. Una apuesta arriesgada pero que los asistentes encajaron a la perfección sumergiéndose de manera natural en su flow y sus ritmos bailables. La traca final fue protagonizada por Crui. Magia envolvente sobre el escenario que nos transportó a otra dimensión. Un universo paralelo al que no nos importaría volver.

¿Hubo djs? Afirmativo. Como es de costumbre, para amenizar la espera entre grupo y grupo, disfrutamos de la música seleccionada por Fannie Brown, Lou Cypher, Boppin’ Brush e Iván Presley.

Después de lo vivido el pasado 29 de junio, podemos afirmar que el equipo de Rockin Matxín Festival ha sabido jugar bien sus cartas y, al parecer, ha ganado la partida. Una edición redonda con un público entregado.